Holaaaaa!!
Hoy os quiero enseñar
el antes y después de una máquina de escribir antigua y una cómoda
vieja, que estaban en el garaje sin usar y perdidas en el olvido.
Tengo que decir que siempre me ha gustado cambiar el aspecto
de las cosas que tengo por casa pero realmente,
no tengo ni idea de cómo se debe llevar a cabo una restauración de un mueble en
toda regla.
La cómoda la pinté utilizando dos pinturas diferentes, por
un lado, usé la pintura de tiza de la marca Plascolor del color “jade” y por
otro lado, la pintura en spray de la marca Pinty Plus del tono “rosa
empolvado”. Con esta última, también
pinté la máquina de escribir.
Por un lado, pinté los cajones y por otro la estructura de
la cómoda, no se trataba de madera
maciza, sino de madera de aglomerado y con una sólo una pasada quedaba bastante
bien.
Para pintar la máquina de escribir, tuve que desmontarla quitándole
las piezas que hacen de caparazón, lleva
apenas cuatro tornillos que se desmontan con facilidad y en menos de cinco
minutos estaba lista para cambiar de aspecto. Sin embargo, tuve que darle
varias pasadas porque el plástico protector no se seca tan rápido como lo hace
la madera.
Y este ha sido el resultado:
En cuanto a las ventajas de utilizar una u otra, considero
que el spray es más cómodo y mucho más rápido pero si queremos cubrir muchos
recovecos es mejor la pintura con brocha porque podemos llegar a más sitios,
sin embargo, creo que ambas cubren muy bien y en ocasiones con una sola pasada
podemos conseguir quedar todo cubierto, cosa que con otro tipo de pintura es
imposible. Además, lo bueno de la pintura de tiza es que nos permite pintar
cualquier superficie sin prepararla antes.
El caso es que desde que probé la pintura de tiza, la uso en
todas partes…
Espero que os guste y os animéis a probarla… pero
cuidado…que engancha ;)
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